• • • Nunca vi un vestuario tan variado como el de la camaleona.

• • • Blanca es la hoguera cuando arde con copos de fuego.

• • • Te presento a Victoria, la del sol azul y el mar amarillo.

• • • La brújula siempre apunta hacia el imán.

• • • Cuando el sol impacta con ella cuántos charcos de luz.

• • • Todos la visteis antes, pero yo tengo el bolígrafo.





• • • Donde ella sucede no hay tierra extranjera.

• • • Por más que huya siempre le alcanzan los colores.

• • • La reconocí al primer segundo porque siempre la tuve en la punta de la lengua.

• • • Solo se idealiza a la que ya era el océano.

• • • Abeja con carácter elige su colmena.

• • • Pensando en ella el atardecer me dura muchos días.


Vicoheart


OS HABLARÉ de la chica peonza: se nota que se ha tragado más de un tiburón blanco por su costumbre de beber los vasos de agua a sorbos muy pequeños; lo digo porque tiene las uñas cortantes, de tan pintadas de invierno, como forjadas con la aleta de destrozar cristales. A ella hay que amarla de lejos, como se ama a las estrellas o a los cometas que tajan de amarillo el cielo nocturno: si te acercas demasiado, podrían nacerte dientes en la espalda. Fueron tantos los hombres que se despeñaron por tratar de subir a su cima con la ayuda de logaritmos; fueron tantos los que fracasaron por medirla con el cartabón universal de las otras mujeres... A ella solo se acercan los seres con chupete que se saben de memoria la balada de la infancia: a ella se llega con el corazón descalzo o de ninguna manera.


• • • A mí no me culpéis que no fui yo quien la dejó suelta.

• • • En la era fragmentaria encontré esa luna completa.

• • • Si te gusta un trozo del mundo ya te gusta el mundo.

• • • A ella la recuerdo hasta cuando mi memoria se queda sin batería.

• • • Es verla y ya quiero tirar mis muletas.

• • • Nunca me quejaré de un mundo en el que ella está pasando.


Por qué la carrera terminó hace cinco horas y Victoria todavía no ha llegado


NI SIQUIERA atendió al pistoletazo de salida: mientras los corredores partían raudos hacia delante, ella se hizo despacio un moño y se zambulló dentro con las dos manos. A la hora del primer avituallamiento estaba comiendo moras; cuando llegó el segundo estaba jugando con los niños; en el tercero les hacía pulseras de flores. “Señorita, la carrera es por allí”, le dijo alguien, pero ella se quitó el dorsal y se lo puso con cariño a un perro labrador, que ya no se apartó de su lado. Cuando sonó por megafonía “todos los corredores que lleguen a meta recibirán una estatuilla del escultor Rebello”, ella estaba recostada sobre la hierba, leyendo su manual de Epicteto, con esa paz de los peces inclasificables que lograron escapar de las enciclopedias.




 

Vicocuento de la mujer que se convirtió en un cohete espacial


DE MAYOR quería ser un cohete espacial, dijo, y todos sus compañeros se rieron. “Querrás decir astronauta”, le corrigió el profesor. “No, cohete espacial”, repitió ella con firmeza, y las risas se multiplicaron. Pero ella no cejó: con las mofas hizo queroseno; con los “imposible” de los maestros construyó el fuselaje; con sus ganas de ampliarse formó las dos aletas; y con su creatividad de niña incomprendida consiguió redondear la ojiva. Un día bautizó “VICTORIA” a su nave maravillosa y despegó tan potente, y con un sonido tan estruendoso, que desde entonces ya no le alcanzan las voces de abajo, que insisten desde el suelo: “¡Nunca podrá ser un cohete espacial! ¡No se puede! ¡No se puede!”.



• • • A su lado hasta las estrellas tienen pellejo.

• • • Existe una chica que me causa sordera a las demás.

• • • Escribo para que nunca se termine.

• • • La voz de una mujer distinta no se crea con la garganta.

• • • Ella me cambia las flores de mi jarrón todos los días.

• • • Qué importa que el mundo esté cerrado si ella no baja su persiana.



 


 


• • • La que cultiva su propio jardín no envidia ni a los de Versalles.

• • • ...como polillas se acercan a la mujer que desprende luz.

• • • Todos los semáforos se ponen en verde cuando a una mujer le llega su momento.

• • • De esa chica me gustan sus números y también sus decimales.

• • • No quiere ser puerta la que vale para ventana.

• • • Solo las que aman la nieve y el fuego pueden ser a la vez tiernas y feroces.


 


 

Vicovictory


NACIÓ CULEBRA pero maullaba; creció gataza pero con alas de lechuza; como no coincidía con las mujeres standard los viejos druidas se reunieron, agitaron su marmita, salió el oráculo, “pobre del que se fije en la belleza de la pantera y no en sus garras”. Así vivió oscura y sin saberse hasta que rompió su última capa de vulnerable: aprendió a boxear y miró al cielo; buscaba por todas partes el flequillo de las nubes, la melena de las tormentas: quería poner el punto exacto sobre la jota maravillosa. Un día se sintió preparada: entonces licenció a su colibrí y salió de la cueva poderosa, dueña de todas sus flechas, cada una de ellas untada de Victoria.


 


 

Vicofire


NO ES igual la luz que procede del fuego que la de los fluorescentes a diez euros de las tiendas iguales de nuestras ciudades siempre iguales. Mujer lo puede ser cualquiera, pero gran mujer solo puede ser la que es mala: la que salta el muro, la que levanta la voz, la que dice no, la que besa a la serpiente, la que asusta tanto a los hombres que yo les he oído decir, hablando de Miss Vico: "Para talar un árbol como ella no existen hachas en el mercado". Esta mujer se inventó su luz con las propias manos, frotando piedras, una a una, hasta lograr la chispa y moldear la llama, y por eso su brillo no es el de las bombillas: es el de las hogueras. Ella no brilla porque luce: brilla porque arde.


 


 


• • • Sexy es la que deja tu cerebro en modo parpadeo.

• • • Si te gusta el agua te voy a presentar a una catarata.

• • • Las mujeres que viven entre leonas crecen mejor que las que viven entre víboras.

• • • Disculpadme si coloco más alta a la que ya era el Aconcagua.

• • • Olvídate de volar con ella porque no hay alas de su talla en el mercado.

• • • Canta mejor la cigarra que ensaya como una hormiga.



 


 

Vicosed


CUERDA NO ESTÁ, os lo aseguro, pero tiene una avería de las más bonitas que he visto, de un rojo tan travieso que imagino que lo suyo le habrá costado encontrarlo: parece como un ave migratoria que se hubiera salido adrede de la perfecta uve que sus compañeras dibujan en el cielo. A veces, cuando pienso en ella, me acuerdo de aquellas cabras que los griegos llamaban quimeras. Pero sea su locura de trigo o de diente de león, tampoco penséis que es una mujer gota a gota, sino una mujer catarata, y quizá sea su secreto esa Victoria desencadenada, ¿pues sabéis lo que es triste, yo que soy perito en la tristeza? Hay tantas personas que teniendo las alas grandes les faltan las ganas de volar; y tantas gentes que teniendo agua de sobra les faltan las ganas de beber, que me fascina el relámpago alegre de esta mujer que tiene alas, y agua, y sed, y ganas.


 

 



• • • Todos los trocitos que me gustaron de muchas personas distintas están reunidos en ella.

• • • A esa mujer me la he leído ya cien veces como la primera vez.

• • • Está de un rojo intenso cada vez que viste de azul.

• • • Ella no tiene sinónimos ni sinónimas.

• • • La que crece hace crecer.

• • • A quién habrá robado su traductor de quiero a puedo.



 


 

Vicopoema de la chica que se arrancó el código de barras


Solo veo enjambres rebaños manadas
y la chica
que se salió de la caja,
veo atletas repetidas jinetes repetidos
robots que reciben órdenes
y la chica
que rompió la cadena,
veo seres que trepan que conspiran que aplastan
y la chica
que brilla sin dorsal
a la espalda.